- CD1 -
LA LLEGADA DE LOS MARCIANOS
1 - LA VÍSPERA DE LA GUERRA (THE EVE OF WAR)
0.00 ~
0.36
EL PERIODISTA - Nadie
hubiera creído a finales del siglo XIX, que la vida humana
estaba siendo observada desde los mundos infinitos del espacio.
Nadie habría podido soñar que estábamos siendo estudiados como
se examinan bajo un microscopio los organismos en una gota de
agua. Pocos hombres admitían incluso la posibilidad de vida en
otros planetas. Sin embargo, a través del abismo espacial,
mentes infinitamente superiores a las nuestras dirigían su
codiciosa mirada hacia esta tierra.
Y lenta, pero inexorablemente, dispusieron sus planes contra
nosotros...
4.51 ~
5.14
A la medianoche del 12 de agosto, una gigantesca masa de
gas luminoso surgió desde Marte y se dirigió vertiginosamente
hacia la tierra. Surcando un vacío de millones de kilómetros,
llegó el primero de los misiles que habrían de traernos tantas
calamidades. Mientras yo observaba, hubo otra explosión de gas,
otro misil que se ponía en camino.
5.45 ~
6.08
Y durante las diez noches siguientes ocurrió lo mismo,
una llamarada centelleando desde Marte y un verde luminoso que
dejaba tras sí una estela verdosa.
Un espectáculo fantástico, pero, sin embargo, alarmante. El
astrónomo Ogilvy me aseguró que no corríamos peligro. Estaba
convencido de que no podía existir vida alguna en aquel planeta
tan remoto y temible.
6.10 ~
6.29 [Traducción]
The chances of anything coming from Mars are a million to
one, he said.
The chances of anything coming from Mars are a million to one,
But still, they come!
6.31 ~
7.04
Luego llegó la noche en que el primer misil se acercó a
la Tierra. Parecía tratarse de una simple estrella fugaz, pero
al día siguiente había un gran cráter en medio del parque.
Ogilvy vino a examinar lo que allí había: un cilindro enorme,
incandescente, con extraños sonidos proviniendo del interior. De
pronto, la tapa empezó a moverse, a girar, a desenroscarse.
Ogilvy temió que hubiera dentro un hombre intentando salir,
corrió hacia el cilindro, pero el tremendo calor le detuvo antes
de abrasarse contra el metal.
7.05 ~
7.45
The chances of anything coming from Mars are a million to
one, he said.
The chances of anything coming from Mars are a million to one,
But still, they come!
Yes, the chances of anything coming from Mars are a million to
one, he said.
The chances of anything coming from Mars are a million to one,
But still, they come!
8.32 ~
8.53
Ahora, me resulta increíble que la gente pudiera pasar
aquella noche como cualquier otra. De la estación llegaba el
sonido de los trenes con sus repiqueteos y estruendos
convertidos en melodía por la distancia.
9.00 ~
9.02
¡Todo parecía tan tranquilo y seguro!
2 - HORSELL COMMON Y EL RAYO DE FUEGO (HORSELL
COMMON AND THE HEAT RAY)
0.46 ~
1.21
El cilindro comienza a abrirse.
1.09 ~
1.52
EL PERIODISTA - A la mañana
siguiente, una multitud se apiñaba en el parque hipnotizada por
el desenroscamiento del cilindro. Asomaban ya sesenta
centímetros de un tornillo brillante cuando de repente cayó la
tapa.
3.15 ~
3.33
Dos ojos como discos luminosos asomaron por el borde. Una
gran masa redonda, viscosa, reluciente, mayor que un oso,
emergió lentamente. Su boca sin labios temblaba y babeaba, y
unos tentáculos como serpientes se retorcían mientras la torpe
mole jadeaba palpitante.
5.26 ~
5.48
Unos jóvenes se acercaron cautelosamente al cráter; se
irguió un largo embudo y un visible rayo abrasador saltó de
hombre en hombre, y con un enorme resplandor los convirtió en
llamas. La vegetación se hizo antorcha al contacto con aquel
fantástico y salvaje rayo de fuego.
5.26 ~
5.48
La gente huyó aterrada del parque, yo también corrí, me
sentía presa de una maquinación, y aunque lograra
ponerme a salvo, aquella misteriosa muerte se lanzaría tras de
mí para destruirme. Al fin, llegué a Maybury
Hill y en la fresca penumbra de mi casa escribí un artículo para
mi periódico antes de sumirme en un sueño alterado y lleno de
pesadillas.
6.46 ~
7.36
Me despertó el ruido de un extraño martilleo que venía
del cráter y corrí a comprar el periódico.
En torno a mí la vida diaria, trabajar, comer, dormir,
continuaba tranquilamente como si nada estuviera ocurriendo.
En el parque Horsell, los marcianos se agitaban con sus
martilleos sin descanso, infatigables, trabajando en las
máquinas que construían. De vez en cuando, barría el parque un
haz luminoso, como el reflector de un barco de guerra, y el rayo
de fuego quedaba listo para su empleo.
9.52 ~
10.41
Por la tarde llegó una compañía de soldados y se desplegó
para formar un cordón alrededor del parque.
Aquella noche se oyó una violenta explosión y me di cuenta,
horrorizado, de que mi casa se encontraba al
alcance del rayo de fuego.
Al amanecer, una estrella fugaz seguida de una brillante estela
verde cayó como un relámpago. Era el segundo
cilindro.