A lo largo de la carretera forestal
hay cientos de coches, lujosos coches
cada uno con su carga de barras convertibles
coches de cuchillería, ¡supercoches!
pues hoy es el día de ajuste de cuentas, ajuste de cuentas
porque discrepan sobre cierta frontera del hampa
discrepan sobre cierta frontera del hampa.
Está
Willy
Wright y sus chicos
¡Vaya ruido que arman los chicos de Willy!
con jetas enormes, esos son los matones del
Pequeño
Juan
los Barking Slugs, ¡superpresumidos!
pues hoy es el día de ajuste de cuentas, ajuste de cuentas
estos soldados cristianos luchan para proteger al pobre
los héroes del East End tienen que puntuar.
La
Batalla del Bosque de Epping, es la Batalla del
Bosque de Epping
ahí delante de tu puerta y nunca se ha visto nada igual
no, nunca se ha visto nada igual desde la guerra civil.
Sobre la colina están los chicos de Willy
y los muchachos de Johnny están tan anchos
con el estruendo de un porrazo, empiezan los tortazos
no hay pistolas en este combate entre caballeros
y Georgie se infiltra por la izquierda
con una cadena volando alrededor de su cabeza
y
Harold Demure, de literatura del arte
corre a lo alto del árbol más próximo
(aquí llega la caballería).
Entre el fragor de la batalla los contadores apuntan el
resultado: 10 - 4
nunca se han sentido solos después de hacerse con un
radioteléfono
las campanillas suenan para
Sweetmeal
Sam, jarrón auténtico
repartiendo pan y mermelada como en un picnic, picnic,
picnic, picnic.
Van 5 - 4 a favor de William Wright
que hizo fortuna en la noche del Derby
cuando Willy era un jovenzuelo y caminaba por la calle
los otros chicos se escondían, ! vayan si lo hacían !
y ahora, después de trabajar duro
como empleado de seguridad, lo tiene todo claro
las tiendas que necesitan son las que no pagaron.
"Hago mi doble show en un abrir y cerrar de ojos ",
decía
Mick el Picador, recién salido del talego
"Vendo vacaciones baratas en cuanto se van,
les hago una visita y pagan ".
Y su amigo, de nombre
Len el
Líquido
famoso por los vinos, mujeres y Wandsworth
dijo, "Le he roto la piernas al bastardo que me acusó "
"Le he roto la piernas al bastardo que me acusó ".
Me llamaban reverendo cuando entraba en la iglesia,
inmaculado
mis patrones han cambiado pero el nombre es el mismo.
Todo empezó cuando salí a dar una vuelta
esperando encontrar algún mueble
seguí una señal que decía "
Hermoso
Baúl"
que me llevó hasta una dama que me enseñó lo mejor
la cogí por sorpresa y rápidamente cerré los ojos
entonces hizo sonar la campana, y rápido como el diablo
Roberto
el Coscorrón dejó su trabajo para ver lo que pasaba
"Louise, ¿ es el reverendo difícil de complacer?", "¿Qué me
dices?"
"Quizá, señor, si no tiene mucha prisa
podría interesarle nuestra espléndida
Vajilla de
porcelana"
"Oh no, a mí no, soy un hombre de reputación "
Pero el diablo se apoderó de mi alma
y una voz gritó "¡Dispara!".
Para salvar mi campanario, visité a la gente
en eso andaba cuando conocí al Pequeño Juan
me vino su nombre, lo entendí
cuando el juez dijo: "Eres un
criminal
encapuchado"
me habló de su extraña fundación
concebida a la vista de la nación de Woodstock.
Tuvo que esconder su reputación
cuando era pobre, pedía salvación de puerta en puerta
pero ahora, con un gurú ideal cada semana
es amor, paz y verdad incorporados
para todos los que buscan.
Me empleó como
karmecánico,
con todos los encantos
entonces sus manos fueron aptas para recibir, recibir
limosnas
por eso estamos en la Batalla del Bosque de Epping, ahí
delante de tu puerta
guardamos vuestras almas por una miseria
y guardamos vuestras tiendas y casas
sólo por un poco más, sólo un poco más.
Allí con un gancho de izquierda, está el carnicero de
Bethnal Green
pero le dan por la derecha las briosas cadenas de Mick
y Len el Líquido, con sus hombres aplastados a botellazos
está voleando a Bob the Nob por la boca
con su besucador hecho un asco, Bob parece estar con estrés,
pero
Jones the Jug golpea a Len en el hocico
y Harold Demure, que aún no las tiene todas consigo
dispara bellotas con su tirachinas
(aquí llega la caballería).
Arriba, arriba, encima del gentío
dentro de su
nube de
plata, bastante orgulloso
está el osado y cínico jefazo apenas visto tras el cristal
el mayordomo tiene mermeladas en su Rolls, Roy reparte las
porciones
con té en un pote de plata como en un picnic, picnic,
picnic, picnic.
A lo largo de la carretera forestal
es el final del día y las nubes desaparecen cada uno lleva
lo suyo
volverán para el recuento al amanecer
cuando las limos vuelvan para su revista final, todo habrá
terminado
lo único que se ve es la pegajosa mañana
"No queda nadie vivo, debe haber un empate"
entonces los barones de sombrero negro tiran una moneda para
decidir el resultado.