JETHRO
TULL - AQUALUNG
(1971)
Ian Anderson - Flauta, guitarra,
guitarra acústica, voces
Martin Barre - Descant,
guitarra, guitarra eléctrica, flauta dulce
Clive Bunker - Batería,
percusión
John Evan - Melotrón, multi
instrumento, órgano, piano, teclados
Jeffrey Hammond - Flauta dulce
alto, guitarra (bajo), voces
David Palmer - Teclados,
saxofón, sintetizador
Traducido por: Fernando Higa
En el Principio
1 - En el principio el Hombre creó a Dios, y en la imagen del
Hombre Él lo creó.
2 - Y el Hombre dio a Dios una multitud de nombres, que
sería el Señor por toda la tierra cuando le convenía al
Hombre.
3 - Y en el día siete millones el Hombre descansó y se
recostó sobre su Dios y vio que era bueno.
4 - Y el hombre formó a Aqualung del polvo de la tierra, y
una hueste de otros le trataron como su igual.
5 - Y a estos hombres inferiores el Hombre envió al vació. Y
algunos fueron quemados, y otros fueron apartados de sus
pares.
6 - Y el Hombre se convirtió en el Dios que él creó y con
sus milagros gobernó toda la tierra.
7 - Pero mientras sucedían estas cosas, el Espíritu que hizo
que el Hombre creara a su Dios vivía en todos los Hombres:
aún dentro de Aqualung.
8 - Y el Hombre no lo vio.
9 - Pero por Dios, él debe empezar a ver.
Aqualung
Sentado en un banco del paquete viendo a chiquillas con mala
intención.
Con el moco cayendo por su nariz y sus dedos grasosos
embarrado de ropa andrajosa.
Secándose en el frío Sol, viendo como se corren las
pechugonas pantaletas.
Sintiéndose como un pato muerto escupiendo pedazos de su
agotada suerte.
El Sol golpea fríamente, un viejo vagando solo.
Pasando el tiempo, de la única manera que conocía.
Con su pierna que le dolía bastante,
mientras se agachaba
para
recoger el
extremo de
un cigarro
va hacia el baño para
orinarse.
Sintiéndose solo cabalga hacia el
Ejército
con la salvación a la moda y una taza de té.
Aqualung mi amigo, no empieces ansioso tú viejo terruño ves
que soy sólo yo.
Aún puedes recordar que Diciembre es nublado y helado
cuando el hielo que se cuelga de tu barba grita por su
agonía.
Y arrebatas tus ruidosos últimos alientos
con sonidos de buceo en lo más profundo del mar,
y las flores florecen con locura en la primavera.
María la Bizca
Quién querría ser un hombre pobre un limosnero,
un ladrón, si
hay un millonario en su tierra.
Quién le robaría el dulce de la boca a un niño que rie
si se lo puede quitar a un tipo con dinero.
María la biza sigue saltando.
No firma ningún contrato pero siempre sigue el juego.
Cena en la
villa de
Hampstead un
potaje
muy caro,
y
el barbero
de navaja la deja fuera de la escuela.
Riéndose en el patio de recreo sin recibir patadas de los
chiquillos:
preferiría hacerlo con un
viejo
andrajoso.
O puede ser que su atención está puesto en Aqualung,
que
mira las barandas mientras toca.
A María la bizca se le hace difícil seguir adelante.
Ella es la adinerada del pobre y ella lo haría por una
canción.
Ella le roba al adinerado pero su gracia es bueno y fuerte:
Ella es la Robin Hood de Highgate ayudando al pobre a seguir
adelante.
Regreso del Día Barato
En la plataforma de Preston haz tu baile con tu suave zapato
de shuffle.
Bota la ceniza de cigarrillo que cae a tus pantalones.
Y te preguntas con tristeza si la enfermera trata a tu viejo
como debiera.
Ella te hizo el té: te pidió tu autógrafo riéndose
Mamá Gansa
Mientras caminaba por Hampstead fair,
me encontré con la
Madre Gansa, así que la liberé, ella gritaba.
Y un estudiante extranjero me preguntó si realmente habían
elefantes y leones en Piccadilly Circus.
Caminé por el estanque de baño para tratar de alcanzar algo
de sol.
Vi al menos cientos de colegialas llorando con sus pañuelos
como si fuera uno.
No creo que supieran que era un colegial.
Y una dama barbuda me dijo que si empiezas a enfurecerte,
lamentarás tu mal comportamiento.
Luego el criador de pollos vino a jugar con su larga barba
roja
(y la rareza de su hermana: ella conduce un camión).
Riendo en el terreno
verdoso
detonó en sus hoyos.
Veinticuatro trabajadores cavando su oro.
No creo que supieran que era
Long John
Silver.
Vi a Johnny Caracortada hacer sus rondas en su jet negro mac
(que no devolverá).
Se lo robó a un hombre de nieve.
Pensando en voz alta
Preguntándome en voz alta cómo se siente hoy.
Anoche sorbí el atardecer con mis manos en su pelo.
Somos nuestros propios salvadores mientras comenzamos con
nuestros corazones
palpitando vida entre todos.
Preguntándose en voz alta si los años nos tratará bien.
Mientras ella flota en la cocina, huelo el olor de lo
tostado
mientras se escurre la mantequilla.
Luego ella viene, derramando migas en la cama y muevo la
cabeza.
Y no es solo la entrega lo que nos hace los que somos.
Depende de mi
Llévame a tu cine y te dejaré en un
Wimpy Bar
me dices que hemos llegado muy lejos ven corriendo hacia mi.
Haz una escena donde el Primo Jack déjalo regresar las
botellas
y remendar los lentes que rompí, bien eso depende de mi.
Compra una nube plateada para navegar empaca las zapatillas
de tenis
las vueltas de los pantalones están colgando bien, depende
de mi.
Los neumáticos bajo mi biciclo tu nariz lo siente como un
canelón
la fumadora con los dedos amarillos está viendo hacia mi.
Bueno, soy un hombre trabajador común con medio pan de
mantequilla y mermelada
y si te complace te daré uno cuando el cobre se aleje.
La estación lluviosa va a pasar el pirata del día se hunde
al final y si me río muy rápido.
Bien, todo dependía de mi.
Mi Dios
Gente que es lo que han hecho encerrándolo en su jaula
dorada.
Le hicieron doblarse a tu religión, lo resucitaron de la
tumba.
El es el Dios de nada si es todo lo que puedes ver.
Tu eres el Dios de todo, El es parte de tu y yo.
Así que inclínate sobre él gentilmente y no Lo llames para
salvarte
de tus gracias sociales y de los pecados que lavas para
repudiar.
La sangrienta Iglesia de Inglaterra en las cadenas de la
historia
solicita tu presencia terrenal en la vicaría para tomar el
té.
Y la estatua de tú-sabes-quién lo tiene fijo
con su crucifijo de plástico confundiéndome sobre el quién y
donde y el por qué
así como de cómo recibe sus patadas.
Confesando el pecado eterno los eternos sonidos de los
gemidos.
Le rezarás hasta el próximo Jueves por todo el Dios que
puedas contar.
Himno 43
Padre nuestro que estás en los cielos sonríe a tu hijo
que está ocupado con sus juegos monetarios, sus mujeres y su
pistola.
Y el héroe desconocido del Oeste mató a uno o a tres indios
y se hizo famoso en Hollywood para liberar al hombre blanco.
Si Jesús nos salva, bueno, debería salvarse
de los ensangrentados buscadores de gloria que usan su
nombre en la muerte.
Lo vi en la ciudad y en las montañas de la luna su cruz
estaba tan ensangrentada
que El no podía girar su piedra.
Arroyo Deslizante
La suculenta separación te envuelve y los productos de la
riqueza
te empujan hacia la reverencia de los propios seres sin
morir y sin sin espíritu.
Y presionas en la mesera de Dios tu última moneda mientras
te pasa la cuenta.
Y giras en el arroyo deslizante sin razonar eternamente
chapoteando en toda la confusión.
Respiro locomotivo
En la evasiva locura del respiro lomocotivo,
corre el tipo más perdedor de todos los tiempos
temerario hacia su muerte.
Siente al pistón rasparse al vapor que se rompe en su ceja
el viejo Charlie le robó la manija y el tren no se detendrá
no hay forma de bajar la velocidad.
El ve a sus niños saltando las estaciones uno por uno.
Su mujer y su mejor amigo en casa y divirtiéndose.
Arrastrándose por el corredor en sus manos y sus rodillas
el viejo Charlie le robó la manija y el tren no se detendrá
no hay forma de bajar la velocidad.
Escucha al silencio que grita que atrapa ángeles mientras
cae.
Y el ganador de todos los tiempos lo tiene por las bolas.
Levanta la Biblia de Gideón abriendo en la primera página
el viejo Charlie se robó la manija y el tren no se detendrá
no hay forma de bajar la velocidad.
Concluyendo
Cuando era joven, me enviaron a la escuela y me enseñaron
cómo no debería jugar el juego.
No me importó que me desearan el éxito, o me dijesen que era
un tonto.
Así que me fui en la mañana con su Dios bajo mi brazo
sus medias sonrisas de mierda y su libro de reglas.
Así que le hice a este Dios una pregunta y me respondió de
una manera firme,
Dijo que no era del tipo de persona que se rebobina los
Domingos.
Así que esto va para mi antiguo director de escuela (y a
quien le interese);
antes que acabe quisiera decir mis plegarias
No te creo: lo tienes todo al revés, no eres la clase de
gente que
se rebobina los Domingos.
Bueno, me pueden excomulgar a mi camino al colegio dominical
y que todos esos obispos armonicen estas líneas
como se atreven a decirme que soy el hijo de mi padre
cuando eso fue sólo un accidente al nacer.
Prefiero tratar de componer una mejor canción
porque esa es la honesta medida de mi valor.
En tu pompa y toda tu gloria tú eres más pobre que yo.
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