Paddy el miembro
principal del grupo Prefab Sprout invitó
a John Morrish en un fabricado viaje al norte para encontrarse
con Costello, Thomas y Steve.
EL SR. PATRICK
McALOON, el reconocido músico, cantante y musicologista,
esperaba en su sala con paneles cuando su mayordomo se presentó.
"Gracias Costello", dijo, mientras su familiar figura
dejaba la sala. Luego, me enteraría que el mismo Costello, quien
fue una vez una popular figura en las salones musicales, había
halabado al admirable trio de McAloon (ahora un cuarteto); los
Prefab Sprout, en sus primeros intentos. McAloon, como buena
persona, le había encontrado un lugar para la triste vieja
figura en su hogar, luego de verlo hacer un ridículo en un lugar
público. (Creo que lo llamó el show de Terry Wogan).
"Cuéntame de
tus instrumentos", empecé, pero su mirada de consternación
fue suficiente para indicarme que el Sr. McAloon no consideraba
tales bagatelas como tópicos adecuados de discusión para dos
caballeros con inclinaciones intelectuales. Le comenté que la
revista que representaba es bien conocida por su interés de los
instrumentos musicales.
Regresó diciendo: "No puedo entender que ustedes hacen tantas
críticas de todos esos secuenciadores y todo lo que realmente
necesitas es algún comentario editorial sobre el uso que tienen
esas cosas".
"Me parece demasiado intelectual", dijo el Sr. McAloon,
con su bata aleteando alrededor de él a medida que se levantó y
empezó a pasear, como considerando la pregunta. "Pero si
tienes a alguien que tiene 15 años que está en una banda, y él
se pregunta que clase de efectos usar, sería mejor que ellos
mismos lo descubrieran por si mismos ..."
Lo veía buscando
las palabras y le sugerí, "No puedes hacer milagros
?". Evidentemente eso no era lo que tenía en mente. Siguió
otra línea de pensamiento. "Si llega el día en que vayan a
un estudio, allí encontrarán muchas personas que los aconsejarán,
y no intentarán venderle esto o lo otro. Deberías aprender cómo
escribir una canción o trabajar en cómo criticar algunos de los
discos que te gustan", me dijo.
Indudablemente, el aprendizaje parece algo natural para Paddy,
quien dice que me invitó a su sala sobre la Catedral de Durham
para hablar de la "estética" de la música y no de los
aspectos técnicos, lo que para él es como si le preguntara a
Graham Greene sobre su lapicero.áéíóúñ
Existen muchos que
creen que con las 11 canciones compuestas para el segundo LP de
su grupo "Steve McQueen", el Sr. McAloon se impuso la
tarea de resucitar tales valiosas habilidades como la creación
de canciones y los arreglos. Hay algunos que hablan de sus
composiciones al mismo nivel de las de McCartney, Brian Wilson,
al antes mencionado Sr. Costello y, extrañamente, Steely Dan.
"Tengo un par de discos de Steely Dan", admitió,
"pero tengo todas los de Led Zeppelin".
Nadie nunca lo ha mencionado antes, creo, antes de empujar a mi
anfitrión que me cuente más de sus preferencias, que va
imprudentemente hacia los nombres más clásicos de la historia
musical, o así me han dicho.
"Creo que al
mencionar a Stephen Sondheim, espero que otros cantautores
busquen a alguien en un campo diferente que no esté repleto de
malditas rítmicas coplas de maybe/baby. Ya sabes, todo ese
aburrido golpeteo del disco. "Así que los menciono y espero
que me llamen el hombre de Tim
Pan Alley", contesta.
De hecho, sus
verdaderos preferidos son más antiguos, con nombres como Igor
Stravinsky y Maurice Ravel como los más prominentes.
"Toda esa gente importante, su música era valiosa, y tuvo
relevancia sicológica sin tener que decir 'Miren, soy un héroe
de la clase trabajadora'. Alguien que se esfuerza para lograr eso
está tan alejado de la realidad", dice el Sr. McAloon,
agregando que en su último cumpleaños (su número 27) la
cantante Wendy Smith le regaló un juego completo de grabaciones
de Stravinsky (también en la CBS), de 32 discos. Ahora Patrick
pasa las noches dentro de las regiones del finado Stravinsky,
tratando palabras como "Agon" que sólo el compositor
las ha escuchado antes.
Pero nos equivocaríamos
pensar en el Sr.McAloon como algún intelectuloide musical.
Indudablemente, él no es Walter Becker, no lee o escribir la
notación musical aún, aunque se esfuerza en lograrlo. Lo que es
difícil por su pobre visión.
Tampoco es un músico muy dotado.
Toca la mayoría de las partes de guitarra del album "Steve
McQueen". "Usualmente toco lo que escribo", dice.
"No estoy particularmente feliz con la forma en que toco la
guitarra porque no soy tan fluido como me gustaría ser. Soy
alguien que aprende muy, muy lentamente. Si puedo sentarme en mi
casa y logro una parte complicada, la puedo tocar sin problema.
Pero mi hermano, quien se ha instruido por más tiempo, recuerda
algo rápidamente, dice, antes que dejara de preguntarle de ese
"Thomas".
Parece que hablaba de Thomas Dolby, el Maestro de la Ciencia, el
hombre que tomó el sonido interesante pero desenfocado que
escuchó de los Sprout en su primer disco, "Swoon", y
lo convirtió en el infinitivamente seductor sonido que hallamos
en "Steve McQueen".
McAloon continúa,
"Estoy acostumbrado a decir, 'Esta es la canción, así es
como va', pero si alguien me dice, 'Sí, es tu canción, pero
pienso que deberías mejorarlo', es para mi muy difícil. Así
que soy un estudiante que aprende lento en el estudio. Y eso me
deprime un poco".
On the earlier
"Swoon", Paddy, a self-proclaimed non-player of the
piano, played all piano parts. This time round he played
"the bones of it", while Mr Dolby played "the
virtuoso things, the embellishments". McAllon has no
complaints about the synthesiser wizard and his appliance of
science.
"I think he kind of went along with that because in America
it was. 'For God's sake, what else are you going to do, to do
your Canute act against the tide of Pat Benetarism ?' You do
something to get yourself on the radio, I can understand
that," he laughed.
In fact, it's as a
master musician rather than the cliched mad scientist that
McAloon pictures Thomas Dolby. "He's an all-rounder. I think
he's about 26 or 27 ... I tend to think of him as a junior Quincy
Jones. I can picture him at 60 with a wealth of experience.
"Thomas did the the main bulk of keyboards. He even did a
brilliant banjo impersonation on the opening track ('Faron
Young') on the Fairlight. Unlike a lot of people, if he´s going
to imitate it with the Fairlight he will make it play like a
banjo player would play it, with the style of the picking,"
he said.
Then there's Thomas arranging skill, very prominent on this
cunningly organised album. "I write very chordal things and
he'll look at my hands spread across the piano and he'll say, 'We
can do without that, you're duplicating that.' And he can do that
with guitar parts. I would play an open chord quite high up by
the 12th fret and he would say, 'Only play the bottom three
strings. I'll play the top three on another instrument.' It's
just a revelation to me, splitting the six-strings over two or
three instruments."
But he doesn't stop
at pitched instruments. "He's also marvellous at thinking of
a rhythm track to complement the melody and interlock with the
bass line. On one of the songs, 'Appetite', the bass and drums
are locked together in a beautiful pattern underneath and that's
mainly Thomas's work."
The multi-faceted Mr Dolby also sorted out Paddy's voice, to the
evident satisfaction of all parties. On 'Swoon' the combination
of haste, unsympathetic vocal production, and what McAloon admits
was "ornate, or perhaps verbose" writing left things
sounding too murky by half. Dolby pulled the McAloon voice out
from the dark Mike McDonald-isms he was indulging in and left him
loud, clear and straightforwardly passionate.
"Overall, it's
maybe more comfortable. Listening to it I don't cringe, whereas
with 'Swoon', if I was to put that record on, my head would be
under the seat with embarrassment," confessed our host. The
clear critical success of "Steve McQueen" has placed
some unspoken pressure on the Sprouts to take more of Mr Dolby's
direction in future. They will resist, they say, even if his
magical skills help them to a hit single (which remains to be
seen as I write).
"I would love to work with Thomas Dolby any day of the year,
but wouldn't it be more refreshing to go away, give it two or
three years, do something else and then maybe ... come back and
try it again ?" he pondered.
I made a parting quip about the group's ridiculous name.
"It's the sort of name that people feel uncomfortable about
asking for at the Woolsworth counter," I said.
"We haven't
helped ourserlves with the name, I know," said Paddy.
"But I'm a bit puzzled that so much has been made of it,
because I think a lot of bands have ridiculous names. I think
Frankie Goes to Hollywood is quite strange as a name."
I stood up to leave and saw, on the wall behind Mr McAloon, some
kind of framed document. It was a reply to a letter from Patrick
to Karlheinz Stockhausen, written when Mr McAloon was 17.
"I wrote when I was at school. I was writing songs and I
wrote this stupid letter to him. It said, 'Dear Mr Stockhausen,
do you write your material at the piano ? And nobody with any
acquaintance with Stockhausen would know that, Jesus, you don't
write something like 'Gesang der Junglinge' or whatever on a
piano. I found his address in 'Who's who' in Wigan library, I
sent it to Cologne, and I got this thing shortly after Christmas.
It was like a fotocopy of the first page of a score.
"And he'd
signed it, I think it was himself because I've seen his writing
on other things since, 'Cordially to Patrick McAloor'. He
couldn't read any name," added Paddy by way of explanation.
We shook hands and parted. As I walked along the halfway behind
Costello I heard in an upstairs room the gentle tinkling of
Mozart. "That'll be Miss Wendy," offered the man. I
decided some subterfuge was called for, and asked him point blank
if he knew anything about Master Patrick's instruments.
From him I learned that the young master owns a Stratocaster
acquired, it appears, from a Shadows roadie, and not much loved.
Recently he has acquired a Paisley Telecaster in the antique
style, and then there are his two electro-acoustics, a Takamine
and an Ovation dammed as 'characterless'. For writing he has a
Roland JX3P, a Dr Rhythm, and lots of other 'toys'. Then he
stopped suddenly as brother Martin, a fine bass-player, walked
past.
Me alejé mientras
Costello cerraba la puerta. "Qué agradable", pensé,
"no tener que entrevistar a la gente en la oficina de de una
compañía discográfica. Debo hacerlo más a menudo.
Nota del
traductor:
Tim Pan
Alley : Edificio donde
los compositores y artistas en los 60s se reunían para probar
sus composiciones, como Burt Bacharach.
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